domingo, 11 de marzo de 2007

Madrid y Andalucía: Dulce Chacón


Foto: castaño gallego, pescada en Internet

La Vanguardia Culturas, 6/11/2002

Recuperar la memoria histórica
Isabel Núñez


La voz dormida - Dulce Chacón -Alfaguara. (388 págs. 15,95 € )


Desde hace unos años, empezamos a ver signos de interés por la historia reciente de España, tanto en el ámbito de la historiografía como en la literatura y el cine. Tal vez sea la normalización tras un período de amnesia espectacular, en el que las alusiones al franquismo y a la Guerra Civil eran sólo escenográficas o folklóricas. El análisis histórico es necesario para comprender el presente, más aún en un país marcado por esos 40 años de dictadura, donde la pasividad ciudadana, la falta de debate y de cultura democrática de agitación conforma el legado del franquismo, con un analfabetismo político preocupante.
No es casual que el archivo histórico del franquismo se halle en manos de una fundación privada (franquista) que restringe la consulta a su antojo, mientras que los de Hitler o Mussolini son de acceso público.
En este contexto y el del machismo imperante en el país con la cota más alta de Europa de muertes por violencia de género, hay que saludar el libro de Dulce Chacón (Zafra, Badajoz, 1954). El empeño de rescatar la memoria silenciada de las mujeres del bando republicano –que lucharon en la retaguardia del frente y luego en la guerrilla, perseguidas, torturadas y encarceladas, separadas de sus hijos, fusiladas, etc.—, es sin duda necesario y loable.
La novela se centra en mujeres de extracción popular, recluidas en la cárcel de Las Ventas: Pepita, que milita en el Partido por amor a su guerrillero, Hortensia, que ve retrasada su ejecución hasta que dé a luz, la siempre solidaria y animosa Reme o la rebelde Tomasa.
Dulce Chacón, poeta y novelista, premio Azorín 2000 con “Cielos de barro”, recogió los testimonios de las supervivientes y sus familiares. Su trabajo de documentación es serio y riguroso y sus fuentes se incluyen en los agradecimientos del final del libro.
Las condiciones miserables de la cárcel –piojos, sabañones, frío, hambre e infecciones—, el triste papel de la Iglesia española en la represión franquista, las continuas ejecuciones, la crueldad del trato a las presas y a sus familiares y sobre todo, la solidaridad y la fuerza de carácter de esas mujeres para conservar la dignidad y la cordura.
Un material vivo y verídico tan contundente, lleno de carga histórica y del dolor de un país, plantea dificultades. Es una lástima que Dulce Chacón se decidiera a novelarlo porque la ficción es la peor parte del libro. Todo es demasiado simple, demasiado previsible y superficial. No hay profundidad en los personajes, que apenas muestran contradicciones ni avanzan o cambian. Y sin embargo, la pura concatenación de los hechos particulares tenía suficiente fuerza dramática y habría constituido un excelente libro testimonial.

No hay comentarios: